Américo Rubén Gallego, ex técnico de Independiente, se despidió esta mañana del plantel en la práctica desarrollada en Villa Domínico con fuerte custodia policial debido al momento de tensión que vive el club por la crisis deportiva. El Tolo, desligado el sábado pasado tras una conversación con el presidente Javier Cantero, llegó al predio a las 7.45, una hora y cuarto antes del inicio del trabajo a puertas cerradas, habló con los jugadores y se retiró.
Su salida del lugar se produjo en un coche con vidrios polarizados, sin hacer declaraciones ni mostrarse ante la prensa apostada en la entrada del complejo. La práctica de esta mañana, primera con vistas al partido del domingo próximo ante Atlético Rafaela, contó con la colaboración del ex defensor Gabriel Milito, uno de los nombres que sonó como nuevo DT.
Al mando del trabajo estuvieron Manuel Magan y Juan Cruz Anselmi, pertenecientes a la estructura del fútbol de inferiores. En el transcurso del día, Cantero mantendrá conversaciones con diferentes entrenadores para cerrar el sucesor de Gallego y, en ese sentido, quien suena más fuerte es el uruguayo Jorge Fossati. En caso de no arreglar con él, Miguel Brindisi aparece como el segundo candidato para hacerse cargo del equipo.
De todos modos, no hay que descartar a Ricardo Zielinski, actual DT de Belgrano de Córdoba, Enzo Trossero ni Pedro Monzón, que dirige Platense pero ya tuvo contactos con la dirigencia.
Por la tarde, cerca de las 19.30, la Comisión Directiva tendrá una reunión en la sede de Avellaneda para avanzar en la decisión de contratar al nuevo técnico.
Fuente: Télam
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Independiente de Avellaneda, que afronta una grave crisis por su delicada situación con el promedio del descenso, llevó a cabo un entrenamiento al mando de su técnico Américo Rubén Gallego a puertas cerradas y una con fuerte custodia policial en el estadio Libertadores de América. El plantel del `Rojo` quedó concentrado anoche tras su igualdad ante Unión de Santa Fe (1-1), como local, y esta mañana se trasladó hasta su cancha en Avellaneda para practicar, algo que no es habitual al día siguiente de un cotejo.
La igualdad de anoche ante un rival directo en la puja por permanecer en la categoría, motivó la furia de los simpatizantes que protagonizaron incidentes una vez culminado el encuentro. Por tal motivo, hoy se diagramó un importante operativo de seguridad para este entrenamiento “sorpresa”. Luego del cotejo en el Libertadores, Gallego decidió suspender la conferencia de prensa y en el vestuario le comunicó a los jugadores que hoy a la mañana iban a tener un nuevo entrenamiento, por lo que las versiones de que el `Tolo` les iba a anunciar su alejamiento corrieron rápido por los pasillos del estadio.
Según trascendió, el director técnico puso a disposición su renuncia, pero le fue rechazada por el presidente Javier Cantero, quien esta mañana estuvo en el entrenamiento junto al secretario general del club, Pedro Larralde. Independiente, en zona de descenso con un promedio de 1,115, visitará el domingo 21 de este mes a Atlético Rafaela (1,261), otro que pelea por evitar la pérdida de la categoría, en el marco de la décima fecha del Torneo Final.
Fuente: Télam.
Gallego sintió este lunes el apoyo de la dirigencia, en una reunión de la que también participaron algunos referentes del plantel. Igual, sabe que el partido con Unión será clave para su futuro. ¿Sale de ésta?
De acá no se va nadie. Todos juntos vamos a salir adelante, todo depende únicamente de nosotros. Todavía se puede, no hay que aflojar”. Javier Cantero no titubea, habla con vehemencia, sabe que en este momento no puede destilar inseguridad. Su tono de voz está alimentado por la efervescencia digna de quien carga la responsabilidad ineludible de hacer ejercicio explícito del liderazgo. Y su arenga contagia. Tan efusivo es el presidente que sus palabras se filtran a través de la puerta del vestuario del predio de la AFA en Ezeiza. “De acá no se va nadie”, reitera el presidente para que su contundente mensaje le quede grabado a Américo Gallego.
Quienes conforman el círculo íntimo del Tolo cuentan que quedó devastado tras el mazazo que le propinó All Boys, que nunca se lo vio tan golpeado y que a raíz de ello no retornó hacia el hotel con los jugadores. Afirman que diagramó una práctica para el día siguiente del partido con la intención de ponerle punto final a su tercer ciclo en el club y despedirse formalmente del plantel. Sostienen que se quedó sólo por el espaldarazo que le concedió el grupo, su cuerpo técnico y, especialmente, la cúpula dirigencial.
El rumor que irrumpió tras el empate ante Boca se potenció tras la lapidaria caída en Floresta y ahora retumba con fuerza en los pasillos del club. “Si Independiente no le gana a Unión, se va”, se escucha. Por eso, Cantero decidió pasar ayer por Ezeiza y tras la práctica se reunió con Gallego y varios de los referentes del plantel: Daniel Montenegro, Cristian Tula, Fabián Vargas, Osmar Ferreyra, Hernán Fredes y Luciano Leguizamón (fue sorpresiva la ausencia de Ernesto Farías). Del cónclave también participaron Armando Fellín, Pedro Larralde, quienes integran la Subcomisión de Fútbol, y el gerente Alejandro Ygnazzi. La charla comenzó a las 11.28 y se prolongó hasta las 12.13. En esos 45 minutos, los dirigentes y los jugadores respaldaron al técnico y acordaron que el plantel se concentre 48 horas antes del partido ante Unión, en Pilar. “Acá está todo OK, eh. No seamos trágicos”, bromeó Gallego antes de subirse a su vehículo a las 12.18.
Son varios los motivos que parecen presagiar un alejamiento inexorable del técnico si el viernes se presenta un escenario desfavorable. El Tolo no va a explicitar sus plazos, su determinación estará supeditada a lo que dicte su sinuoso estado de ánimo, pero la coyuntura empieza a desbordarlo. Desde que llegó nunca encontró una formación estable y sólo atinó a poner parches provisorios para paliar el déficit de un equipo que no está amparado por una estructura colectiva. Sabe que su crédito comienza a agotarse, que el margen de error es ínfimo, que la paciencia de la gente puede rebalsar ante un nuevo golpe y que, puertas adentro, no todos los integrantes de la CD apoyan su continuidad.
All Boys, Unión, Atlético Rafaela y Argentinos, la seguidilla de partidos en la que el Tolo intentará cambiar el presente de su equipo; «No voy a renunciar», anticipó el DT tras el 1-1 ante Boca.Por Damián Cáceres
«Antes de que me pregunten, les digo que no voy a renunciar. Voy a seguir al frente de Independiente. Vamos a salir adelante», anunció Américo Gallego. Como un presagio de lo que vendría, el DT de Independiente pretendía echar por tierra cualquier pregunta insidiosa sobre su futuro. Si bien el ambiente no está espeso en la zona roja de Avellaneda, una recorrida por el playón de salida del Libertadores de América o por la calle Alsina bastaba para entender el sentir del hincha del Rojo. La fe está intacta. Pero ¿hasta cuándo? Por momentos, pareciera que el Rojo vive ajeno a una realidad que ni el más pesimista imaginó un lustro atrás. Aunque cada vez más hinchas se animan y hablan del desastre que significaría descender de categoría.
«Hoy si nos íbamos al vestuario al término del primer tiempo 4 a 1 estaba bien, pero nos fuimos perdiendo. Hace rato que no veo un partido tan inclinado para un lado. Independiente tuvo situaciones de gol que no podés errar y nosotros erramos», señaló el Tolo. Es que el manto protector que irradia su nombre no alcanza para definir los partidos. Se le terminan las oportunidades a Independiente. Se le escurren como el agua entre las manos. Pasaron siete fechas del torneo Final y el Rojo permanece en descenso. Un club que apenas puede mantenerse en pie, pero cuyo coqueteo permanente con el desastre lo desmanteló de ese halo de gran campeón . Ese mote que sus hinchas recuerdan y al que se aferran, como nunca antes, para evitar caer en el abismo emocional.
Ya no sirve mirar para atrás. Sólo alcanza con aprender la lección e intentar sumar de a tres puntos ante los próximos rivales. Plasmar, más allá de las palabras, esa seguidilla de resultados que tanto ansía el Tolo para descontarles a equipos en una lucha desigual. Restan 12 finales. Y los próximos cuatro encuentros marcarán gran parte de la bisagra que defina la salvación momentánea o la desgracia futbolística del Diablo. En menos de un mes, chocará con All Boys, Unión, Atlético Rafaela y Argentinos. Nada más y nada menos que los oponentes con los que pelea en esa sala de espera, cargada de angustia extrema, en que se transforma la parte de abajo de los promedios. Una especie de purgatorio compuesto por tres temporadas de malas campañas.
El contexto, fecha a fecha, suma complejidad. Las dudas se agigantan. Los temores, también. Y los reproches, todavía a cuentagotas, comienzan a asomar. Como el del plateísta furioso que le recriminó al DT por la inclusión del pibe Lucas Villafañez. «No te preocupes que termina y me voy», le respondió Gallego con una sonrisa irónica. Un gesto típico del Tolo para aquietar las aguas. Un Tolo ecléctico que es capaz de pedir serenidad a hinchas y jugadores con la misma compulsión con la que le reclama a Laverni que expulse a Bianchi por ingresar tarde al segundo tiempo.
Así es Gallego. Un técnico en permanente estado de ebullición al que el presidente Javier Cantero respaldó, días atrás, al invitarlo a renovar el vínculo hasta el fin de su mandato, en diciembre de 2014.
Luego de un partido como el de ayer, es cierto, hay motivos que invitan a pensar en positivo. Por más que las imágenes que le devuelven sus jugadores no están ni cerca de lo que pretende Gallego, el entrenador los felicitó. Dentro y fuera del vestuario. Incluso, cuando terminó el partido y todavía con el empate atragantado, aplaudió uno a uno. Como si fuese uno más del plantel, los fue a buscar hasta la mitad de la cancha. Sobre todo al Rolfi Montenegro, quien a su entender erró el penal por «mala suerte» y no por pericia de Orion. Acaso, como una forma paternalista de cobijarlos ante una posible recriminación. Algo que ya vivieron en actuaciones para el olvido como ante Newell’s y Godoy Cruz. Ambas en casa. Ambas inmerecidas.
Hace cuatro fechas que el Rojo no gana. Ese oasis que disfrutó ante Racing se disipó por completo. Dos derrotas y dos empates, luego de vencer a la Academia. Y ante semejante panorama, ayer el Tolo reconoció: «Hay poco margen para seguir equivocándose».
All Boys, Unión, Atlético Rafaela y Argentinos, la seguidilla de partidos en la que el Tolo intentará cambiar el presente de su equipo; «No voy a renunciar», anticipó el DT tras el 1-1 ante Boca.Por Damián Cáceres.
«Antes de que me pregunten, les digo que no voy a renunciar. Voy a seguir al frente de Independiente. Vamos a salir adelante», anunció Américo Gallego. Como un presagio de lo que vendría, el DT de Independiente pretendía echar por tierra cualquier pregunta insidiosa sobre su futuro. Si bien el ambiente no está espeso en la zona roja de Avellaneda, una recorrida por el playón de salida del Libertadores de América o por la calle Alsina bastaba para entender el sentir del hincha del Rojo. La fe está intacta. Pero ¿hasta cuándo? Por momentos, pareciera que el Rojo vive ajeno a una realidad que ni el más pesimista imaginó un lustro atrás. Aunque cada vez más hinchas se animan y hablan del desastre que significaría descender de categoría.
«Hoy si nos íbamos al vestuario al término del primer tiempo 4 a 1 estaba bien, pero nos fuimos perdiendo. Hace rato que no veo un partido tan inclinado para un lado. Independiente tuvo situaciones de gol que no podés errar y nosotros erramos», señaló el Tolo. Es que el manto protector que irradia su nombre no alcanza para definir los partidos. Se le terminan las oportunidades a Independiente. Se le escurren como el agua entre las manos. Pasaron siete fechas del torneo Final y el Rojo permanece en descenso. Un club que apenas puede mantenerse en pie, pero cuyo coqueteo permanente con el desastre lo desmanteló de ese halo de gran campeón . Ese mote que sus hinchas recuerdan y al que se aferran, como nunca antes, para evitar caer en el abismo emocional.
Ya no sirve mirar para atrás. Sólo alcanza con aprender la lección e intentar sumar de a tres puntos ante los próximos rivales. Plasmar, más allá de las palabras, esa seguidilla de resultados que tanto ansía el Tolo para descontarles a equipos en una lucha desigual. Restan 12 finales. Y los próximos cuatro encuentros marcarán gran parte de la bisagra que defina la salvación momentánea o la desgracia futbolística del Diablo. En menos de un mes, chocará con All Boys, Unión, Atlético Rafaela y Argentinos. Nada más y nada menos que los oponentes con los que pelea en esa sala de espera, cargada de angustia extrema, en que se transforma la parte de abajo de los promedios. Una especie de purgatorio compuesto por tres temporadas de malas campañas.
El contexto, fecha a fecha, suma complejidad. Las dudas se agigantan. Los temores, también. Y los reproches, todavía a cuentagotas, comienzan a asomar. Como el del plateísta furioso que le recriminó al DT por la inclusión del pibe Lucas Villafañez. «No te preocupes que termina y me voy», le respondió Gallego con una sonrisa irónica. Un gesto típico del Tolo para aquietar las aguas. Un Tolo ecléctico que es capaz de pedir serenidad a hinchas y jugadores con la misma compulsión con la que le reclama a Laverni que expulse a Bianchi por ingresar tarde al segundo tiempo.
Así es Gallego. Un técnico en permanente estado de ebullición al que el presidente Javier Cantero respaldó, días atrás, al invitarlo a renovar el vínculo hasta el fin de su mandato, en diciembre de 2014.
Luego de un partido como el de ayer, es cierto, hay motivos que invitan a pensar en positivo. Por más que las imágenes que le devuelven sus jugadores no están ni cerca de lo que pretende Gallego, el entrenador los felicitó. Dentro y fuera del vestuario. Incluso, cuando terminó el partido y todavía con el empate atragantado, aplaudió uno a uno. Como si fuese uno más del plantel, los fue a buscar hasta la mitad de la cancha. Sobre todo al Rolfi Montenegro, quien a su entender erró el penal por «mala suerte» y no por pericia de Orion. Acaso, como una forma paternalista de cobijarlos ante una posible recriminación. Algo que ya vivieron en actuaciones para el olvido como ante Newell’s y Godoy Cruz. Ambas en casa. Ambas inmerecidas.
Hace cuatro fechas que el Rojo no gana. Ese oasis que disfrutó ante Racing se disipó por completo. Dos derrotas y dos empates, luego de vencer a la Academia. Y ante semejante panorama, ayer el Tolo reconoció: «Hay poco margen para seguir equivocándose».
A pesar del cruce que tuvo con un plateísta, en el que pareció asegurarle que se alejaría del club, el DT de Independiente, Américo Rubén Gallego, aclaró que no va a “renunciar” y confió en “salir adelante” con su equipo, que hoy no pasó del empate en el clásico con Boca y permanece en zona de descenso directo. El entrenador felicitó“a los jugadores” por la entrega que brindaron en el partido, que jugaron en superioridad numérica desde los 16 minutos. “Tuvimos situaciones de gol al por mayor, hace rato que no veo un partido con tantas ocasiones, pero no conseguimos los resultados que queremos”, admitió luego de acumular cuatro fechas sin triunfos.
Gallego consideró que el penal errado por el capitán, Daniel Montenegro, fue “mala suerte”, aunque asumió que Independiente “no puede errar tantas chances” si pretende conservar la categoría. Compenetrado en su tarea, el técnico adelantó que el plantel “se va a entrenar desde mañana pensando en All Boys”, el rival de la próxima fecha en Floresta. Después, le destinó una crítica solapada al máximo ídolo del club, Ricardo Bochini, que después del pasado empate con Quilmes se quejó por la propuesta conservadora. “¿Vieron que en el segundo tiempo puse una línea de tres en defensa?. El que dice que no jugamos a ganar, miente”, se defendió en conferencia de prensa. Por último, antes de abandonar el micrófono, el “Tolo” dejó un mensaje lleno de realismo: “Hay poco margen para seguir equivocándose”.
Fuente: Télam.
Gallego volvió a parar el mismo equipo, aunque lo movió durante la práctica. Probó con Farías por Caicedo y Velázquez por Tula. El DT quiere poner lo mejor. Tuzzio salió con un golpe, pero no es nada grave y estará vs. Boca.
Américo Gallego tiene la idea fija: poner lo mejor para recibir el domingo a Boca (a las 14.15). Por eso, y para consolidar un 11, volvió a parar los mismos nombres que el jueves. En esquema fue con cuatro en el fondo, dos volantes de contención, tres para la creación y un punta. En la práctica en Villa Domínico jugaron Rodríguez; Tuzzio, Tula, Morel, Mancuello; Fredes, Vargas; Leguizamón, Montenegro, Miranda; y Caicedo. Pero eso no es todo; el Tolo también metió algunos cambios para probar variantes.
Las modificaciones fueron dos una en el fondo y otra adelante. Por un lado, Julián Velázquez ingresó por Tula. Por el otro, el Tecla Farías reemplazó a Caicedo. Sin embargo, Gallego no tocaría los 11 que paró de arranque. Además, Tuzzio salió con un golpe, pero no es grave y estará sin problemas en Avellaneda. En tanto, los suplentes jugaron contra un combinado de juveniles y formaron con Navarro; Contrera, Ojeda, Galeano, Vallés; Godoy, Santana; Benítez, Monserrat, Ferreyra; y Caicedo. El colombiano jugó un rato para cada equipo. Battión, Vidal y Zapata realizaron trabajos de kinesiología.
Gallego sabe que el duelo contra el Xeneize puede ser una bisagra. En caso de ganar, serían puntos importantísimos y un envión clave de cara a la recta final. De perder, un golpe duro, difícil de levantar. Por eso quiere poner a los que mejor estén. Javier Cantero estuvo presente en la práctica, en un gesto de apoyo al plantel. El viernes, desde las 9, habrá otra práctica en donde se definirá el equipo que saldrá a la cancha.
Gallego aseguró que se fue conforme y que «Independiente debe empezar a sumar». Además, sostuvo: «Antes, este tipo de partidos los perdíamos. Nuestra producción fue buena. Tuvimos posibilidades y no las supimos aprovechar».
Américo Rubén Gallego, esta vez, valoró que Independiente haya sacado un poroto como visitante ante Quilmes: «El punto da tranquilidad porque las derrotas son peores. Tenemos q empezar a sumar, si antes hubiéramos hecho lo que hicimos acá, hoy tendríamos tres puntos más. Va a ser así hasta el final».
Por otro lado, el Tolo afirmó que el Rojo tuvo una buena performance: «Me voy conforme porque este tipo de partidos, antes lo perdíamos y ya dije que podíamos empatar. Va a ser difícil, porque ellos descuentan más que nosotros, pero debemos seguir así».
En cuanto al encuentro en sí, hizo su propio análisis. «El partido fue parejo, pero nosotros estuvimos más cerca del gol. Tuvimos posibilidades y no las supimos aprovechar. Nuestra producción fue buena. Ellos son un equipo difícil de local», cerró.
Gallego dijo que quedó conforme con el rendimiento de Independiente en el primer tiempo. «Tuvimos un par de situaciones», tiró. De la de Farías, comentó: «Le picó mal. Es un goleador y hay que darle pases de gol».
Américo Rubén Gallego consiguió hacer que Independiente levantara la cabeza. Sin embargo, el equipo volvió a caer. Esta vez, ante Arsenal. Igual, el técnico del Rojo se fue conforme con el rendimiento del equipo.
«Se definió de pelota parada, que es la especialidad de Arsenal. Lo definieron así, con una cortina en el centro. Tuvimos un par de situaciones, pero no concretamos. Esto va a ser así: ganaremos y perderemos. Nos quedamos un poco, no hicimos el mismo desarrollo que contra Racing. Pero no me voy amargado, hicimos un buen primer tiempo», comentó.
Por otro lado, hizo referencia a la situación desperdiciada por Ernesto Farías: «Al Tecla le picó mal. Es un goleador, que cuando no le dan pases gol es difícil hacerlos. Esta vez falló». El Tolo sabe que no tiene tiempo de arrepentimientos y, por eso, dejó claro que seguirá trabajando física y mentalmente a sus muchachos. «Ahora viene Godoy Cruz y con Quilmes es la final de un Mundial», cerró.
Américo Gallego y Daniel Montenegro son expertos en festejar con Racing. El Tolo jamás perdió y el Rolfi se agranda con la del Rojo.
Somos dueños de nuestro destino. Somos capitanes de nuestra alma”. La frase del estadista británico Winston Churchill puede incluir a hombres como Américo Gallego y Daniel Montenegro, dos referentes de Independiente que contagian al hincha más fanático por historia, compromiso y tenacidad. Hoy, a partir de las 17, en el Libertadores de América se juega otro clásico de Avellaneda, el número 181 y tanto el Tolo como el Rolfi tienen algo en común: perteneciendo al Rojo nunca perdieron contra Racing.
Claro, muchos pueden objetar la rigurosidad de los números y asegurar que las estadísticas fueron hechas para quebrarlas pero, ante la ventaja existente, ¿quién les quita lo bailado? Desde que se convirtió en entrenador, el Tolo jugó contra Racing en 10 oportunidades: ganó ocho encuentros y empató dos. La primera vez que los enfrentó fue dirigiendo a River en 1994 y ganó 1-0 con gol de Enzo Francescoli. En total, con los Millonarios tuvo cuatro duelos ante el equipo albiceleste y no sólo no perdió, sino que además, no recibió goles. Siendo DT de Newell’s, allá por 2004, ganó uno y empató el otro. Al frente de Independiente jugó cuatro veces: tres victorias y un empate.
A diferencia de Gallego, el Rolfi no conoce la derrota ante Racing pero sólo con la camiseta del Diablo puesta. Porque cuando jugó en Huracán ganó una, empató dos y perdió tres. También los enfrentó cuando jugó en River. En esos dos partidos igualó. Sí es cierto que desconoce la derrota ante Racing vistiendo la camiseta del Rojo porque cuando los enfrentó en nueve oportunidades, ganó 4 y empató 5. Además, le hizo seis goles.
Por eso, cuando se abrió el libro de pases previo al Torneo Final, Gallego pidió con firmeza el regreso de Montenegro, quien no dudó en sellar su vínculo por cuarta vez. De hecho, mientras rodaba el Torneo Inicial lo llamó varias veces para allanar el camino de la repatriada. Hoy, juntos, sueñan con sacar adelante al Rojo. Y claro, el club vive uno de los momentos más duros de su vida futbolística. El hincha lo sabe y los jugadores y el cuerpo técnico, también. Por eso, caló tan profundo la derrota de la primera fecha ante Newell’s. Sin embargo, la victoria ante Vélez por 1-0 y con un jugador menos por la expulsión de Julián Velázquez (le dieron una fecha de suspensión) le dio fuerza para llegar al clásico con otra mentalidad.
Los hinchas agotaron los tickets en un abrir y cerrar de ojos, el plantel y el cuerpo técnico se hicieron socios del club y alentaron a los seguidores a colaborar con Independiente pagando rigurosamente todos los meses la cuota social. La unión hace la fuerza y así lo entendieron todos. Por eso, el Rolfi y el Tolo sueñan con seguir siendo los optimistas de clásicos…
Enzo y una costumbre
Un apellido que siempre anduvo bien con los resultados jugando y dirigiendo a Independiente contra Racing fue Trossero. El Vikingo como futbolista disputó 14 partidos y ganó ocho. Es más, le hizo 3 goles y quedó para la historia el del 2-0 del 83 cuando el Rojo fue campeón y la Acadé descendió a la Primera B. Como DT fueron tres juegos, empató dos y ganó el restante. Fue en el 2000 y el 10 de ese equipo era el Rolfi.
Tras dos días de descanso, el plantel de Independiente volvió a los entrenamientos con el partido ante Racing entre ceja y ceja. Los que le ganaron a Vélez realizaron trabajos regenerativos y el resto hizo fútbol reducido.
Independiente necesitaba sumar de a tres como el aire. Sabían que una victoria ante el poderoso Vélez podía ser una inyección anímica para lo que se viene y, sobre todo, para llegar de la mejor manera al clásico ante Racing, el domingo a las 17.00. Por eso, cumplido el batacazo y tras dos días de descanso, el plantel completo del Rojo volvió a los entrenamientos en Villa Domínico.
Bajo la atenta mirada de Américo Gallego, los futbolistas que estuvieron ante el Fortín hicieron ejercicios en el gimnasio y luego realizaron un trote alrededor de la cancha. El resto del plantel realizó trabajos con pelota, seguido de fútbol reducido. Por otra parte, Eduardo Tuzzio y Gonzalo Contrera continúan en rehabilitación, mientras que Sergio Ojeda ya recibió el alta médica.
Con la Academia entre ceja y ceja, Independiente volverá a entrenarse el miércoles por la mañana, para que el Tolo empiece a delinear el equipo que recibirá desde el arranque a Racing.
Ramón sacó todo su picante para hablar de los primos y también se acordó de Bianchi: «Va a superar este momento porque es un gran técnico». Además, llenó de flores a Iturbe: «En 20′ demostró su categoría».
Ramón Díaz, se sabe, no le escapa al perfil bajo y gusta de ponerle picante a sus declaraciones. En esta ocasión, se refirió al presente de Boca: “Como hincha por supuesto que no queremos que a ellos les vaya bien, así como ellos también deben querer que a nosotros nos vaya mal. Esa rivalidad existe y me parece bárbaro, porque son los dos equipos más grandes de la Argentina”.
Por otra parte, a pura ironía, dijo que Bianchi puede revertir la situación: “Un resultado positivo puede ser el inicio de una nueva etapa. Más para un entrenador como él, que va a superar este momento porque es un gran técnico”, tiró. Por otra parte le tiró buena onda a Américo Gallego: “El otro día hinchábamos por el Tolo para que lo pudiera ganar. El domingo tiene un partido importante, si gana se mete en la pelea”.
Ramón también se refirió al presente de su equipo y, en especial, remarcó que quiere a todo el plantel listo para ingresar a la cancha: “Trato que exista esa competencia para que todos estén a la altura”, sostuvo en diálogo con La Red.
Sobre Román: “A Adalberto le dije que iba a ser el primer defensor de él y que lo íbamos a recuperar. Dependía de él, es un jugador de Selección”.
Sobre Iturbe: “Lo vamos llevando de a poco, tiene un potencial enorme, quiero que la gente lo vaya conociendo. En 20′ demostró toda su categoría, se tiene que adaptar a River”.