Un análisis del accionar de Cantero, el presidente de Independiente, ante la salida de su jefa de seguridad.
La lucha que dirime Javier Cantero con la barra brava de Independiente entró en otra etapa. El presidente, que hasta ahora había avanzado con paso redoblado contra los dominios de la hinchada, pisó el freno. Luego de descabezar el paraavalanchas -su ex líder, Bebote, está fuera del país- y prohibirles el ingreso a 27 hinchas, Cantero se plantó. Justificó su decisión en el folklore: no quiere que el Libertadores de América se parezca a una iglesia. No este semestre, en el que Independiente se juega la permanencia en primera.
De alguna manera, Cantero les habló a los barrabravas. Les dijo: «No habrá más sanciones ni castigos». El problema es que quienes reciben ese mensaje son violentos sin sentimientos. Es posible que interpreten las palabras del máximo dirigente de los Rojos como una capitulación e intenten regresar por lo que consideran suyo: pertenecer a la barra de Independiente, como a la de todos los clubes grandes, tiene sus privilegios.
Cantero sabe que el límite entre la violencia y el folklore es tan grueso como un hilo dental. Está haciendo equilibrio en la cornisa, porque los mercenarios del aliento son impredecibles. Pero también sabe que la lucha contra los barrabravas, el principal leitmotiv de su gestión, se agota como eslogan. Para adentro, necesita resultados económicos y, sobre todo, deportivos. El frente externo -sus colegas del comité ejecutivo de la AFA- no le perdona la forma en que encaró la pacificación de la tribuna. Muchos dirigentes creen que los expuso.
Aunque le salga bien -y no haya incidentes-, Cantero retrocedió varios casilleros con sus palabras. Sería muy ingenuo pensar que los barras van a dejar su ADN de amenazas, golpes, violencia y negociados sólo por el permiso para portar banderas en el estadio. Si el presidente busca una tribuna unida, equivoca el camino. Los hinchas genuinos, sus votantes, le agradecerán la salida definitiva de los barrabravas; nunca, su inclusión.
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Todas las entradas para el día 5/02/13
Angelici anticipa su vuelta del exterior para la reunión de CD de pasado mañana; muchos dirigentes no celebran su reaparición; el plantel está dividido.
El mundo Boca está aturdido, otra vez, con las vueltas de Juan Román Riquelme. El número 10, que cerca estuvo del retiro, de jugar en Tigre o en Palmeiras, se comunicó con Carlos Bianchi, inquieto por el discreto andar xeneize en el verano y le ofreció volver, a pesar de que días atrás advirtió que no iba a retornar jamás. Detrás de esa situación surge un universo paralelo. Muchos dirigentes no lo quieren, por diferencias del pasado. El plantel está dividido, entre el afecto por Román y las críticas futboleras del conductor. Bianchi, alejado de aquellos años de conductas rígidas, acepta la hipótesis, preocupado por el juego colectivo. Y cree, como en años anteriores, que tiene la sapiencia para frenar cualquier conflicto a futuro. Mientras, una realidad: pasado mañana, a las 17, habrá una reunión de comisión directiva, presidida por Daniel Angelici, que adelantará su regreso del exterior para definir la cuestión.
Todos creen (casi todos, en realidad) que los dirigentes no tienen otra alternativa que permitirle el regreso (en las mismas condiciones, con el mismo contrato) y sólo con una firma y la invitación formal a presentarse en las prácticas se resolvería el asunto. Pero no es tan sencillo: Riquelme siempre genera polémica, más aún luego de pedírsele que volviera y su posterior negativa. En realidad, ahora, los dirigentes están en una posición incómoda: sienten que no pueden negarse. Si Boca no funciona en los próximos compromisos (como ocurrió en el gris verano), una supuesta negativa a Román sería un juego peligroso.
Javier García contó que se juntó con Riquelme y Román le explicó sus ganas de volver a Boca. El arquero esperaba tenerlo de compañero en el Matador pero reconoce que su amigo quiere «darle una mano a Bianchi».
Javier García quiere que su amigo vuelva a jugar al fútbol. Y si bien todo hacía pensar que iban a ser nuevamente compañeros en Tigre, de un momento para el otro Juan Román Riquelme está cerca de volver a Boca. Y él, su amigo, se anima a reconocer el contacto del enganche con Carlos Bianchi. «La verdad es lo que saben todos. Lo llamó (a Bianchi). Yo hablé con Román el sábado cuando estaba concentrado y se lo veía mal. Hablamos mucho de fútbol. Lo conozco, él siente el fútbol así, se maneja de esta manera. Son sentimientos, y como vive él el fútbol», contó el arquero en TyC Sports.
Sobre las chances que existieron de que el diez se sumara a Tigre, García no cerró la puerta. «Siempre está la ilusión, cualquiera la tiene. Acá me preguntan siempre. Hay que dejarlo tranquilo. El siente esto en este momento, va más alla de todo. Yo estuve con él, está muy mal por lo que está viviendo. Es una manera de darle una mano a Bianchi por todo lo que le dijo, lo siente así y con eso no se puede hacer nada», agregó. ¿Qué pasará ahora? «Quedará en la decisión de quien la tenga que tomar. Cualquier equipo lo necesita, cualquier equipo lo quiere. El está muy bien, quiere ayudar a Boca, siempre lo dijo, que sea feliz donde sea pero se ve que jugando a la pelota lo es», cerró.
El presidente Cogorno reconoció su charla con Zubeldía: «Me dijo que el campeonato económico es igual de importante que el deportivo. Eso que si pierde cinco fechas se puede ir». Además, explicó la situación de Centurión y se refirió a la misteriosa muerte de Pacheco.
“Hubo un pequeño cortocircuito en cuanto a la venta de jugadores”. La frase de Gastón Gogorno dejó en claro que lo que en un principio parecía fortalecer al club, lo terminó debilitando internamente. La necesidad de engrosar el patrimonio de la institución, finalmente, complicó a la CD de Racing y así afirmó el presidente: “Nosotros, con Molina (vicepresidente), venimos trabajando hace bastante, nos conocemos y las diferencias que existen tratamos de hablarlas y hacer lo mejor para el club. En los últimos meses pasaron cosas que no me gustaron, como por ejemplo cómo se manejó el tema de negociaciones. Hubo un cortocircuito, se habló de más y uno es preso de sus palabras. Es sano hacerse fuerte desde lo económico”, ratificó su postura el mandamás.
Además blanqueó una charla que tuvieron con el técnico Luis Zubeldía antes del comienzo del Final (debuta el viernes ante Argentinos en el Cilindro): «Nos dijo que el campeonato económico es igual que importante que el deportivo. Y eso que si pierde cinco fechas, es él el que se puede ir». En diálogo con Radio 9, el dirigente volvió a referirse a la situación de Ricardo Centurión. “Hicimos interconsultas en Argentina e Inglaterra y todos coincidían que lo mejor era operarlo cuanto antes. El contrato todavía no está firmado, tiene un precontrato con el Anzhi y, si todo sale bien, el miércoles se estaría realizando. En Racing no va a jugar, porque tiene para cuatro meses de recuperación”.
Por otra parte, Cogorno se mostró intranquilo con la muerte misteriosa de Nicolás Pachecho, quien fuera encontrado sin vida en el natatorio de la sede en Villa del Parque: “Estamos preocupados, obviamente. La justicia encontrará un culpable. No desconocemos que pasaron cosas que no deberían haber pasado. Sucedió una cosa no natural, una muerte no es natural”.
El Rojo volvió a los entrenamientos con la mente puesta en su debut del Final ante Newell’s. El colombiano Caicedo se dio una vuelta por Domínico, se sacó sangre y siguió con la rutina médica.
Empate con Tigre entre aplausos para enterrar, tardíamente, el Inicial. Cabeza fresca de martes para comenzar a afrontar, en zona de descenso, el Final. El Rojo volvió en Villa Domínico a los entrenamientos con una visita Express, pero esperada a full por el Tolo Gallego. El colombiano Juan Fernando Caicedo, refuerzo recién llegado del Quindío (con pretemporada en Danubio de Montevideo), se dio una vuelta para sacarse sangre y se retiró para seguir su rutina de estudios médicos.
El grupo hizo trabajos regenerativos y recién este miércoles tomará la pelota. Leguizamón podría llegar al juego ante la Lepra (domingo 18 hs.) , no así Julián Velázquez y Sergio Ojeda. ¿El Tecla Farías, baja sobre la hora ante el Matador? Se movió con normalidad y sería titular. A la vez, el enganche Cristian Ortiz se fracturó el quinto metatarsiano y Fabián Monserrat subió a entrenar con Primera.
Tras dos días de descanso, River volvió a los entrenamientos. Trezeguet trabajó diferenciado haciendo ejercicios de velocidad. ¿Llegará al debut con Belgrano?
La victoria ante Boca en Mendoza, con regreso en chárter en la madrugada, hizo que Ramón Díaz le diera dos días libres a sus jugadores, que este martes volvieron al trabajo, en lo que es la recta final hacia el comienzo del Torneo Final.
En la primera práctica de la semana, lo que llamó la atención fue ver a David Trezeguet entrenándose diferenciado de sus compañeros, aunque el hecho de que el franco-argentino trabaje aparte, en realidad, obedecería con su puesta a punto para llegar de la mejor manera al partido con Belgrano del domingo a las 20.15 en el Mario Alberto Kempes. El delantero realizó piques en velocidad y trotes a fondo.
Ramón Díaz manifestó que quiere tener a Trezeguet físicamente a la par del resto, y hasta el propio jugador admitió no estar al mismo ritmo que sus compañeros. Por este motivo es que el Pelado duda con quienes conformar su dupla de ataque, ya que en un principio el titular iba a ser Rogelio Funes Mori, pero el gol de David que definió el clásico en Córdoba le hizo ganar terreno en la lucha por la titularidad.
Chiqui Pérez, uno de los refuerzos de Bianchi, espera que se concrete el retorno de Riquelme para «luchar por todo lo que se viene». El vestuario está dividido y desde la dirigencia sólo hay silencio.
Luego del llamado de Juan Román Riquelme a Carlos Bianchi, en el que le dejó en claro que ahora está dispuesto a sumarse al equipo, comenzaron a surgir las voces desde el Mundo Boca. No desde la dirigencia, donde sólo hay silencio al respecto, sino de sus compañeros. Uno de los que se refirió al tema fue Claudio Pérez, refuerzo del equipo para este semestre. Y el defensor fue categórico en su opinión…
«Dios quiera que venga y nos de una mano para luchar por todo lo que se viene», dijo este martes el Chiqui, después del entrenamiento matutino en Casa Amarilla. «Cualquier club quiere tener a Román en su plantel, pero hay que esperar que tome su decisión», continuó en La Red.
Mientras el caso Riquelme se lleva toda la atención, Bianchi y sus muchachos se enfocan en el debut del Torneo Final ante Quilmes, el próximo sábado desde las 19.15, y en el primer partido por la Copa Libertadores, cuatro días después frente al Toluca.
González Pirez, uno de los defensores titulares de Ramón. habló de su nivel en el último Súper y resaltó el trabajo del equipo en los choques con Boca: «Los superamos ampliamente. El balance del verano fue muy positivo».
El recuerdo del penal que cometió en el Súper jugado en el Monumental estaba fresco. En aquel partido que terminó igualado 2-2, Leandro González Pirez se llevó puesto a Walter Erviti dentro del área, y Santiago Silva cambió el penal por gol, dejando vivo al entonces equipo de Falcioni, que después llegó a la igualdad sobre la hora. Y, esta vez, en ocasión del clásico en Córdoba, el joven zaguero millonario contó que Ramón Díaz le pidió que controlara al Tanque xeneize.
“Lo del sábado lo tomé como una revancha a nivel personal. Por suerte tuve un buen partido frente a Boca y sirvió para que ganemos”, dijo en diálogo con Pasión Monumental Radio. En otro orden, el central sabe que su irregularidad durante el torneo, muchas veces, fue consecuencia de tener que adaptarse a las necesidades del equipo: “Siempre trato de trabajar para el bien del grupo. Por suerte ahora las cosas me están saliendo bien”, dijo con optimismo. Y, a la hora de hacer un análisis del verano, agregó: “En el global de los Superclásicos fuimos ampliamente superiores a Boca. El balance del verano fue muy positivo para nosotros”, cerró.
Burrito Martínez le tiró buena onda a Riquelme y hasta aseguró que no le molestaron las críticas del 10 hacia el funcionamiento del equipo. «Siempre y cuando sean constructivas, no hay ningún problema», tiró el ex Vélez.
Juan Román Riquelme había asegurado que se aburría viendo a Boca y, luego de la derrota con River, se ofreció para dar una mano. Ahora, con el 10 en la órbita del Xeneize nuevamente, la pregunta es si será bien recibido por el plantel. Y, según Juan Manuel Martínez, no habrá inconvenientes.
«No sé las cosas que habrán pasado antes, pero en el grupo que llegué yo está todo bárbaro. Me han hecho sentir cómodo desde el primer día. Supongo que seria bienvenido, no debería haber ningún problema. No me molestan las críticas, siempre y cuando sean constructivas. Hay que ser autocríticos y saber que a veces no se juega bien», sostuvo en diálogo con Fox Sports.
Por otra parte, pidió calma en cuanto al posible arribo de Román: «No tengo idea de lo que se dice. Sabemos todo lo que puede dar, especialmente en la Libertadores, pero no me gusta hablar de supuestos. A lo largo de este semestre escuché muchos nombres que no se dieron, así que prefiero referirme a los hechos».
Emigrado Bianchi, Migliore arenga con la cinta en el brazo. «Este grupo me da mucho orgullo. Y están los condimientos dados para buscar el campeonato», dice.
Después de aquel pasabrazo de cinta durante la primera parte de la era Caruso, Pablo Migliore fue un capitán desde las sombras; junto con Nico Bianchi, dueño efectivo del brazalete, y otros referentes (Romagnoli, por caso), manejaba el vestuario, algo más aplacado que en épocas de turbulencia. Pues bien, emigrado Bianchi a Italia, el Loco hoy es y parece. Acepta posar con un listón adornado con un escudo de San Lorenzo.
Y habla procurando honrarlo, sus palabras contienen arenga: «Se formó un grupo de gente buena, noble, con ganas de triunfar. No es fácil tener la oportunidad de jugar en un equipo grande. Hay que aprovecharla. Con cada uno dejando de lado las cosas personales y apuntando al bien común. El objetivo personal se va a cumplir si se cumple el grupal. Lo importante es tener esa mentalidad».
-En otra época cercana, la elección del capitán en San Lorenzo traía barullo. ¿Por qué hoy no? -Una cosa lleva a la otra. Hoy está todo más acomodado, tranqui. El objetivo es buscar el campeonato; estamos obligados a hacerlo porque es un club grande y están dados los condimentos. Hoy tenemos todo al alcance, en lo dirigencial, lo económico, desde la gente; está lo que se generó con la Vuelta a Boedo, los socios que se sumaron…. San Lorenzo está pasando por un momento que hacía rato no vivía.
-¿Y qué significa para vos que te hayan elegido? -Es una gran responsabilidad y me pone muy contento. Hay grupos y grupos; uno a veces se puede sentir mal o responsable por no poder llevarlo adelante. Pero ser capitán de este grupo me da mucho orgullo.
-¿Cómo se ve la idea desde el arco? -A mí me gusta. Proponemos nuestro juego en el campo rival, manejar la pelota y generar situaciones. Es lógico, hay cosas por aprender. A veces inclinamos demasiado a Buffa sobre la línea y queda obligado a tirarle el centro a Traca. O no manejamos los tiempos. ¿No le puedo entrar al rival? La tengo, toco para los costados, espero el momento. ¿Le puedo entrar? Lastimo, apuro. ¿No le puedo sacar la pelota? Me retraigo y manejo la contra. Tenemos un técnico inteligente, nos da confianza. Y cuando hay convencimiento las cosas salen fácil. Me entusiasma.
-Atrás todavía se ven grietas. ¿La llegada de Cetto las soluciona o es un tema colectivo? -Es un conjunto de cosas. El equipo tiene que ser como un elástico, defender con 11. En el verano, por ahí los rivales se retrajeron. En el afán de ir, a veces vamos sumando gente en ataque y defendemos mano a mano. Pero San Lorenzo tiene material para buscar. Por eso, hay que confiar en los compañeros si quedan mano a mano con los puntas. ¿Cuántas de esas situaciones derivan en chance de gol?
-¿Es el mejor plantel desde que llegaste? -Es parecido al de 2009, por recambio, hay dos jugadores por puesto. En el medio, fijate, tenés un quilombo bárbaro. Están Mercier, Aguiar, Kalinski, Navarro; los pibes piden pista. Es un lindo problema. Y todos se sienten partícipes.
-¿Soñás con ser el capitán del campeón? -Obvio, sí, sueño con eso y con un montón de cosas más. Con tener la posibilidad de jugar. Con ser el capitán de un equipo que deja todo en la cancha… Con todo eso sueño.
«Va a salir adelante»
El 22 no emigró, entre otros motivos, para acompañar a su papá, que empezó con la quimioterapia.
Hace unos días, a Pablo Migliore le llegó una oferta para emigrar al Dínamo de Zagreb. Sin embargo, decidió seguir en el CASLA. ¿Por qué? “En junio pasado renové con el club, que hizo un esfuerzo para retenerme, y lo valoro muchísimo; valoro todo lo que me dan. Y está el tema personal, la salud de mi papá. Está en un tratamiento y quiero estar a su lado. Los afectos, la familia, amigos… cosas que puse en la balanza”, empezó a abrir su corazón.
-¿Qué le pasa a Nano, tu papá? -Mi viejo está empezando un tratamiento de quimioterapia. Lo está sabiendo sobrellevar. Es una cuestión de fe y de ser constante. El es una persona que se aferra mucho a sus nietos, y no me parece que sea lo mejor irme ahora y alejarlo de ellos, que son los que le dan fuerza. Todos los días los viene a visitar, les trae una gelatina, un alfajor… El ya salió de otra y va a salir adelante de esta también.
-¿Tu espíritu de batalla lo heredaste de él? -De mi viejo y de mi vieja, de los dos. De mi vieja no soy de hablar tanto, soy reservado; pero de los dos. Tengo el carácter de mi vieja y me parezco físicamente a mi viejo. Esto me agarra con 31 años, y uno trata de hacer un balance entre lo bueno y lo malo. Y tengo más cosas para agradecer que para pedir.
Gareca aseguró que en los días previos al comienzo del torneo sólo está repasando conceptos. Ahora, irá en busca del bicampeonato, algo que no se da desde el 2006 con Boca.
El viernes comienza la defensa del título para Vélez cuando visite a Argentinos en La Paternal. El conjunto de Liniers irá por algo que no se da desde hace siete años: un equipo bicampeón. Esto fue cuando Boca se quedó con el Apertura 2005 y el Clausura 2006, desde ahí en adelante los campeones se fueron alternando. ¿Y por qué no el Fortín para tener una doble corona? Desde hace tiempo que el club mantiene una base de jugadores que le permite llegar hasta avanzadas instancias en los torneos que disputa. Y para eso, Ricardo Gareca contó qué es lo que está haciendo en los días previos a la reanudación de la competencia.
«Estamos practicando, sólamente haciendo un repaso de lo que nos haga llegar de la mejor manera a la presentación», declaró distendido en diálogo con Vélez Radio. Y siguió: «Son cosas que tenemos incorporadas pero que siempre es bueno remarcarlas y repasarlas. Estamos bien, es nuestro deber, y así vamos arrancar el torneo». También, el Tigre aseguró que su Vélez tiene «mentalidad de conseguir cosas. De los últimos 20 años en adelante ha ido creciendo, ha cambiado su mentalidad, con responsabilidades cada vez más marcadas». «Faltan algunos toquecitos que nos den tranquilidad. Pero, en líneas generales, los veo bien, conscientes de la gran responsabilidad que todos tenemos», remarcó.
Sobre la incorporación de Fernando Gago, el DT dijo: «Va a jugar en donde esté cómodo. Si bien lo he visto jugar en distintas posiciones, se va a adaptar porque no va a jugar en donde nunca lo haya hecho. Se puede adaptar a la mitad, soltarlo. Una de las cosas que tiene es el pase, la claridad, y podemos resguardarlo con alguno atrás que nos dé equilibrio. Puede generar juego y colaborar para marca», detalló sobre las características de Pintita. Otro de los que puede llegar a ponerse la casaca velezana es Maxi Pellegrino. Al respecto, Gareca dijo: «Es un muchacho nacido en Vélez, ha ganado un campeonato acá, conoce lo que es este mundo. Es un valor importante para reforzarnos para que el plantel esté cada vez más amplio».
Como se le viene un semestre cargado por la triple competencia que deberá afrontar, el ultimo técnico campeón se detuvo para aclarar las prioridades. «Primero la Libertadores, segundo el torneo local y, por último, la Copa Argentina. Vamos a encararlas con la seriedad que corresponde», detalló. Y se mostró conforme al hablar sobre el plantel y le mandó un mensaje a la gente: «Tenemos que decirles que tenemos mucha fe».
Un grupo de hinchas se acercó este martes al entrenamiento del equipo de Bianchi y dejó panfletos con un mensaje claro hacia Martucci, Secretario General a cargo con Angelici de viaje en Qatar. ¿Les darán el gusto?
Juan Román Riquelme y su llamado a Carlos Bianchi revolucionaron la semana en el Mundo Boca. Justo la semana previa al arranque oficial del semestre, con el duelo ante Quilmes y luego el partido ante Toluca. Los hinchas, cada uno a su manera, se manifiestan a favor o en contra de las idas y vueltas del jugador.
Este martes, en plena práctica del equipo del Virrey en Casa Amarilla, un grupo cayó a repartir planfletos con un mensaje claro: «Martucci, los socios queremos a Juan Román», decía, dedicado al Secretario General a cargo ya que Daniel Angelici se encuentra en Qatar negociando nuevos inversores.
Boca tiene la pelota con el tema Riquelme. ¿Qué pasará?