El volante del conjunto Millonario dice que entre él y Ledesma manejan los tiempos del equipo. Asegura que Ramón Díaz le encontró su lugar en la cancha. Y se entusiasma con los cuatro partidos que faltan para el final.
Escucha la pregunta y responde enseguida, como si estuviera esperando hablar de eso.
–¿Qué es un armador de juego hoy en el fútbol argentino?
–Yo creo que hay dos por equipo. La mayoría de las veces es porque resulta imposible que un jugador solo sea el armador. En el caso del enganche, si hay, le tiene que llegar bien la pelota, desde abajo, desde mitad de cancha. Siempre hace falta una asistencia para que el jugador desequilibrante, el pensante, pueda funcionar.Ariel Rojas llegó a River ofreciendo promesas en su zurda. Ahora, las regala desde su cabeza. Una consecuencia de un impulso armado un poco por Ramón Díaz y otro poco por la necesidad de un equipo que necesitaba alguien que manejara los tiempos. Estratega, pensador, brazo izquierdo del Lobo Ledesma, el volante abre las puertas de su cabeza hecha pelota.
–¿Sos el armador de este River?
–Yo creo que nos vamos repartiendo según el sector del campo. Ledesma es el primero que marca cómo hay que hacer el ataque. Él decide si vamos a ir rápido o lento. El Lobo y yo manejamos los tiempos. Nuestro trabajo es que las jugadas no se vuelvan confusas. Tratamos de romper esa línea de volantes para que el que termine decidiendo en esa última línea sea Manu (Lanzini). Él es muy bueno cuando queda en tres cuartos rival y sabe decidir. Él sabe si abrir, si ser profundo, creo que lo está haciendo cada vez mejor.
–¿Por qué apuestan al toque en el medio?
–Porque en algún momento el rival se desespera. Cuando vos triangulás y lográs tener la pelota en espacios cortos, no hay manera de que el rival no se desordene. En algún momento, se va a desesperar, va a quedar mal parado. Ahí está nuestra inteligencia de aguantar hasta que eso pase. Si logramos tener esa circulación, logramos ganar espacio para que Lanzini quede cara a cara con la defensa rival. El objetivo es tener superioridad en el medio.
–¿Cómo se trabaja eso?
-–Siempre hay que pensar que donde va la pelota hay que agruparse. Muchas veces triangulamos por el sector del medio, pero hay que ir moviendo el triángulo. A veces hay que buscarlas por el sector izquierdo o por el derecho. Lo vamos charlando entre nosotros. Nos decimos: “Ché mirá que ellos defienden así.” Y después nosotros vamos para ese lado. Es un conjunto de todo. Primero hay un trabajo en la semana con el técnico en lo táctico y después una charla entre nosotros para saber leer el partido.
–En el fútbol argentino, ¿es más fácil mover la pelota para afuera o para adentro?
–El fútbol nace siempre de adentro. Si no generás adentro, no generás afuera. La pelota hay que darla hacia afuera cuando hay chances de un mano a mano. Por dentro hay que abrirla y hacer la diferencia.
–Vangioni dice que vos sos el que mejor lo entiende.
–Sí, pero es porque lo charlamos. Hay que escuchar al compañero, saber de qué manera se siente cómodo. A él le gusta ir por afuera, bien por afuera, le gusta trasladar la pelota, tiene un buen mano a mano. Hay que saber aprovechar eso. Es importante los movimientos de los delanteros para que él encuentre los espacios. El otro día Vangioni necesitaba de Funes Mori para encontrar espacios.
–¿River es un equipo de juego corto o largo?
–De juego corto. Es algo que hay que trabajar porque, si en algún momento no acelerás o no cambiás el ritmo, terminás siendo intrascendente. Entonces nosotros tratamos de agregarle dinámica.
–El campeonato pasado alternabas entre ser titular y suplente, ¿qué pasó para volverte clave?
–Hubo un cambio, en principio, pude hacer la pretemporada. Y después creo que el entrenador me fue dando confianza. Ramón me encontró el lugar en el equipo.
–¿River y Newell’s son los dos mejores equipos del torneo?
–Hoy somos los que estamos mejor en esta etapa del torneo.
–¿Les gustaría jugar de nuevo contra Newell’s?
–Sí. Pero lo que pasó, pasó. Ya no sirve lamentarse ahora. Ese partido no sé si jugamos bien, pero no hubo mucha diferencia, fue un partido muy parejo. Hoy estamos en una etapa en que el equipo sigue creciendo. El tiempo va a hacer que River sea cada vez mejor.
–¿Por qué pueden ser campeones?
–River demostró que siempre quiere jugar a la pelota. Estas cuatro fechas van a ser fundamentales. Pero creo que estamos cerca de lograr lo que nos propusimos.
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El mensaje de Bianchi tras quedar eliminado fue claro: tenemos que pensar en sumar la mayor cantidad de puntos en el torneo local. Con 13 unidades, Boca está anteúltimo y se entrenó en Casa Amarilla con la esperanza de ganarle a Vélez el domingo.
Pero no podrá contar ni con Walter Erviti ni con Lucas Viatri, que se lesionaron.
Mientras los futbolistas que actuaron en Brasil hacían trabajos regenerativos, el resto del plantel realizaba una práctica de fútbol bajo las órdenes de Bianchi. Sin embargo, el Virrey apostaría a poner a los titulares que tenga disponibles.
El departamento médico de Boca trajo muy malas noticias. Erviti, quién salió a pocos minutos del final del partido, sufre una contractura en el isquiotibial izquierdo y no podrá estar en el encuentro ante el equipo de Gareca. Lucas Viatri se resintió de un esguince en el tobillo derecho luego de convertir un gol en la práctica de ayer. Hoy volverán a entrenarse.
El consuelo es ganar los cuatro partidos que restan del Inicial y la Copa Argentina para volver a la Libertadores. Ya se habla de limpieza.
Esa lotería de los penales que tantas alegrías le dio fue la que decretó el fin de una enorme ilusión. Maxi Rodríguez clasificaba a Newell’s a la semifinal de la Libertadores y el equipo de Carlos Bianchi se quedaba con las manos vacías, justo en esa competición a la que habían apuntado todos los cañones. Para el propio entrenador llegabá el turno de hacer balances y de empezar a armar el plantel para la próxima temporada en la que se irán muchos jugadores. Y de pensar casi exclusivamente en la Copa Argentina.
Sólo dos partidos ganados sobre 15 en el torneo local eran justificados sólo por la esperanza de volver a levantar ese trofeo internacional que tanto acostumbró a lograr Boca de la mano del Virrey. La mala ubicación del Xeneize en el torneo que lo tiene a su verdugo, el equipo de Gerardo Martino, en lo más alto de la tabla pasaba a ser un tema secundario en ese anhelo de volver a ser el mejor de América. Con la tristeza y la desazón de la eliminación, Boca deberá empezar a hacer borrón y cuenta nueva.
Con cuatro partidos por delante –Vélez, Racing, Arsenal y Godoy Cruz– intentará salir del sótano de la tabla y, sobre todo, apuntar a la única competición en la que tiene chances de salir campeón: la Copa Argentina.
En ese torneo goleó en el único encuentro que disputó a Excursionistas por 4-0. Dentro de 20 días intentará asegurarse el pase a los cuartos de final, cuando enfrente el 19 de junio a All Boys en Catamarca. Un certamen que le trae buenos recuerdos ya que lo ganó en su primera edición del año pasado y que pasó a ser el objetivo central.
El otro tema que deberá empezar a rondar por la cabeza de Bianchi es el armado del plantel para el próximo semestre. Siete jugadores finalizan su contrato en junio y deberán optar por quién renovar y por quién no. Ellos son: Oscar Ustari, Franco Sosa, Emiliano Albín, Christian Cellay, Leandro Somoza, Lautaro Acosta y Clemente Rodríguez. Agustín Orion, uno de los más aplaudidos y más ovacionados por los hinchas Xeneizes, recibió un sondeo para emigrar al fútbol francés, pero de no recibir una oferta formal seguirá defendiendo el arco de Boca. Daniel Díaz, Nicolás Burdisso y Walter Samuel –tres defensores que dejaron una huella en el club– empiezan a sonar para reforzar el fondo. Las goleadas recibidas ante Unión, San Martín de San Juan, San Lorenzo y Newell’s quedarán en el pasado, y el equipo de Bianchi empezará a pensar en el Boca que viene.
La expulsión de Clemente Rodríguez en un momento clave del partido –inmediatamente después de que Nicolás Blandi metiera un cabezazo en el palo– generó malestar en los simpatizantes.
Por eso, el defensor salió a decir lo que pensaba sobre la acción en la que cometió una falta leve, protestó y le dio un pechazo a Germán Delfino, el árbitro del partido: “No era para roja, con una amarilla hubiera estado bien. Reaccioné mal, estaba caliente”, comentó el lateral izquierdo en declaraciones a Fox Sports.
“Si entraba la de Blandi el partido se cerraba. Nosotros tuvimos ocasiones de gol, pero nos faltó la suerte que tuvieron ellos”, analizó el defensor.
El que también hizo referencia a la expulsión fue el propio árbitro del partido, dando las razones de la roja. “Clemente no insultó, lo eché por el pechazo que me dio”, dijo Delfino.
El contrato del futbolista con Boca vence el 30 de junio y Clemente manifestó su intención de firmar un nuevo acuerdo. En ese sentido, habrá que ver la evaluación que se haga de acá al final del torneo y de las opciones que tenga.
Riquelme respaldó al entrenador luego de la eliminación de la Libertadores y del mal momento en el Torneo. “Lo quieren comparar con otros técnicos, y él es el más grande porque llegó a disputar cuatro finales”, avisó.
Intocable, al margen de resultados y de rendimientos que lejos están de esa fantasía que generó el pasado en presente. El Boca de Carlos Bianchi y de Juan Román Riquelme, el campeón de acá a Japón que ahora se arrastra entre miserias del torneo local y fábulas de una Copa Libertadores que se cortó, inesperadamente, antes de tiempo y por penales en la noche de Rosario. Le duele a Boca, un escenario que posiblemente genere interrogantes preso de los resultados y tal vez por eso su capitán salga a defender la figura del entrenador más ganador de la historia del club. “Bianchi no se compara con nada. Jugó cinco Copas Libertadores con Boca y llegó a la final en cuatro. Además, le toca quedarse afuera sin perder. Pero estamos en Argentina y acá somos todos entrenadores. Enseguida queremos comparar a un gigante con otro técnico. Julio (por Falcioni) llegó a la final y ganó mucho, pero Bianchi ganó cuatro Copas Libertadores. Es un gigante, el más ganador de la historia y el mejor entrenador de la Argentina”, sentenció el diez.
En su análisis de este semestre, Riquelme fue mucho más amplio en su mirada y su argumentación abarcó un espacio más allá de la cantidad de partidos jugados entre el Torneo Final y la Copa Libertadores. “Este grupo es el que armó Falcioni y Bianchi tuvo la desgracia de sufrir muchos lesionados. Además, no hay que olvidarse de que el primer semestre de Julio con nosotros fue bastante malo y terminamos abajo del 10º puesto”, comentó Román, en declaraciones a radio La Red.
De todos modos, el organizador del juego que tiene Boca valoró el esfuerzo que hizo el equipo en este intento de clasificarse a la semifinal. “Estoy orgulloso del equipo que tengo y de los jugadores, que con diez ha hecho un esfuerzo muy grande”, manifestó Riquelme, uno de esos futbolistas que –inevitablemente– necesita de motivaciones y partidos de exigencia para hacerse cargo de ese rol de liderazgo. ¿Cómo hace Boca para encarar estos cuatro partidos del campeonato que le quedan? “La motivación la tenemos, cada partido tenemos que hacer lo mejor posible. Hay que representar los colores de la mejor manera. Nosotros debemos mentalizarnos en estos partidos y terminar lo más arriba posible.”
Lejos de dramatizar el episodio –y tal vez con la autocrítica más interna que externa– Riquelme envió una frase sencilla pero contundente como para medir lo que el fútbol pone en juego todos los fines de semana: “Hay que entender que a veces no se puede ganar todo lo que se juega. Y también se puede perder. Quedamos afuera de la semifinal sin haber perdido, esto quiere decir que las cosas tan mal no las hicimos y que esto es un juego que, como en el truco, hay que tener suerte y ligar.”
La ida de la Copa para Boca esta vez no fue la salida de Riquelme del equipo. A diferencia de aquel 4 de julio de 2012, luego de la derrota en la final contra Corinthians, el diez no anunció despedida y, lejos de eso, marcó el gusto que le genera poder seguir con la camiseta de Boca: “Disfruto poniéndome la camiseta de mi club, quiero jugar todos los partidos que pueda. Intentaremos armar un buen equipo y el torneo que viene arrancaremos con una nueva ilusión.”
El Cervecero, que lucha por salvarse del descenso, disputará ante la Academia el partido de las sospechas ya que una victoria local complicaría la situación de Independiente. El juego comenzará a las 21 y subirá el telón de la 16ª fecha del Torneo Final.
Con la obligación de subir el telón de la 16ª fecha del Torneo Final y la presión de jugar debajo de la lupa, Racing visitará hoy a Quilmes en un partido rodeado por las sospechas, ya que una derrota del equipo de Avellaneda complicaría el panorama deIndependiente, su acérrimo enemigo, en la pugna por no perder su pase en la categoría de honor. El encuentro se jugará en el estadio Centenario desde las 21, contará con el arbitraje de Saúl Laverni y la transmisión de la Televisión Pública.
Si la Academia le gana al Cervecero, el Rojo, por más que pierda el sábado ante Estudiantes, lo superará en la tabla de los promedios, con 1.144 de coeficiente contra 1.142. A partir de ese dato, no quedan dudas: la visita podría brindar la cortesía de ayudar y mucho a su acérrimo rival ganando y ello motivó una enorme repercusión entre los hinchas albicelestes durante las últimas semanas.
Los dirigentes y el cuerpo técnico sostienen que su equipo debe pensar solo en ganar por más que beneficien al enemigo deportivo, pero los hinchas exigen una derrota para acercar a Independiente al abismo. El domingo pasado, cuando Racing igualó de local ante Godoy Cruz, parte de la hinchada arrojó unos panfletos en los cuales le pedían a los jugadores que no le ganen a Quilmes.
No obstante, en esta temporada la Academia «ayudó» y mucho a Independiente por haberle ganado a San Martín (San Juan), Argentinos Juniors y San Lorenzo, que ahora ha mejorado, pero en el inicio de la temporada también sufrió con el promedio.
Las sospechas, desalentadas por los jugadores de Racing, que afirmaron que es una ofensa que se dude de su integridad profesional, no toman en cuenta la mediocre actualidad del equipo.
Racing, que solamente ganó cinco partidos de 15, con un famélico 44 por ciento de eficacia, apenas busca conformarse con ingresar en la Copa Sudamericana, hecho que concretaría en caso de vencer esta noche a Quilmes y de no ganar Colón y Godoy Cruz.
En el otro rincón, el Cervecero sólo venció una vez en sus últimas cinco presentaciones en sociedad y cuando parecía que estaba a salvo con el promedio, se complicó de nuevo. Igualmente, con sumar tres o cuatro puntos de los 12 que restan se asegurará seguir en Primera.
Quilmes llega tras caer ante Vélez.
El gran tema en Avellaneda es cómo jugará el equipo de la Academia el partido de esta noche en el que puede sacar de la zona del descenso a Independiente si le gana a Quilmes.
Avellaneda, ese municipio en el que viven 25 mil personas, es un caso único en el mundo: dos equipos, dos canchas, dos clubes separados por una sola cuadra. Racing e Independiente conviven como vecinos hace casi un siglo. Así se formó una rivalidad inédita. Y en la rivalidad, en ese ida y vuelta constante que hay con el clásico, también se forma la identidad de un hincha. A este clásico, además, el tiempo lo volvió especial por la diferencia en las vitrinas –la Academia: siete títulos locales, un Libertadores; el Rojo: 16 títulos locales, siete Libertadores– y en el historial –48 triunfos celestes y blancos, 70 rojos–.
Todo se quebró el 22 de diciembre de 1983: Independiente daba la vuelta olímpica ante un Racing que llegaba descendido a la Doble Visera después de haber caído con su homónimo de Córdoba. Y esa espina aún está clavada en la memoria racinguista. Por eso, este 2013 es un año especial para la mayoría de sus hinchas. Auguran un antes y un después si el Diablo desciende. Por eso, muchos todavía no le perdonan a este plantel y al cuerpo técnico la liviandad con la que perdieron el clásico en la tercera fecha. Hay, incluso, algunos dirigentes que también piensan así.
Con todos estos antecedentes –y hay más– , se entiende por qué el partido de esta noche genera tantas contradicciones en el ambiente racinguista. Algunos quieren ganar, decididamente. Otros quieren los tres puntos, pero a la larga no se perdonarían que eso termine salvando del infierno al Rojo. Los irónicos piden que los futbolistas salgan a jugar con la actitud que salieron en el clásico o contra River. Los rencorosos recuerdan lo que pasó el 17 de diciembre del ‘95, cuando Racing llegó a la última fecha peleando la chance de ser campeón con Vélez, que se enfrentó a Independiente y le ganó 2-0, mientras la popular roja gritaba “Me parece que Racing no sale campeón.” Los memoriosos señalan que en el ‘67 el equipo de José entró aplaudido al Libertadores de América con la Copa Intercontinental en alto y en el ‘77, mientras Pepé Santoro daba la vuelta al Cilindro con la misma Copa, la platea femenina le tiraba rosas rojas. Luis Zubeldía, en tanto, no quiere decir nada para no instalar más un tema que ya está en la picota hace seis meses y que hasta las casas de apuestas aceptaron: las principales no permiten apostar por el partido de esta noche que genera tantas sospechas.
¿Sería raro que Racing perdiera con Quilmes? No: perdió con Tristán Suárez, un equipo que casi se va a la C, hace un mes. ¿Sería raro que Racing no aracara a Quilmes? No: viene de hacerlo ante Godoy Cruz, como local, ante un estadio que silbaba su pasividad. Pero todo, sea cual sea el resultado, será puesto en duda después de las 21 horas.
Luego de la eliminación en la Libertadores, el Virrey ya empezó a diagramar su próximo plantel. Conocé quienes se irían, los que seguirían y los que podrían llegar.
Luego de su reciente eliminación en la Copa Libertadores de América a manos de Newell`s, el cuerpo técnico de Boca tiene tres objetivos inmediatos, como son mejorar la imagen en el Torneo Final, intentar ganar la Copa Argentina y comenzar a delinear el segundo semestre, en donde Carlos Bianchi ya piensa en la renovación del plantel.
El Virrey ya les adelantó a los jugadores que su objetivo inmediato será sumar puntos en el certamen doméstico, en donde el Xeneize se ubica penúltimo en la tabla de posicionescon 13 puntos (debajo suyo sólo está Argentinos Juniors, con 8 unidades).
En cuanto a la renovación del plantel, trascendió que las principales dudas delVirrey están por el lado de los últimos refuerzos que solicitó en enero pasado: niRibair Rodríguez ni Claudio Pérez jugaron lo suficiente como para evaluarlos, y las pocas veces que actuaron lo hicieron por debajo de las expectativas del DT. En el caso del Chiqui, sus dos últimas actuaciones (ante Colón por el ámbito local y contra Newell´s en Rosario) volvieron a abrirle el crédito, por lo que Bianchi se inclinaría por su continuidad, al igual que en el caso del volante uruguayo.
El otro refuerzo llegado en enero pasado, Juan Manuel Martínez, seguirá en el plantel con el lote de los que tienen contrato por uno o más años, como Juan Román Riquelme, Walter Erviti, Cristian Erbes, Nicolás Blandi, Juan Sánchez Miño y Guillermo Burdisso, y son del agrado del entrenador.
En el puesto de arquero, la novedad sería que Boca intentará cerrar la continuidad de Oscar Ustari para que se ponga el traje de arquero titular, ante el pedido que recibió la entidad de la Ribera por Agustín Orion desde el fútbol francés y se evalúa ser aceptada debido a que alcanza los dividendos que desea la entidad por su pase y además el portero desea pegar el salto de calidad de cara a la Copa del Mundo de Brasil, donde espera ser el tercer jugador debajo de los tres palos detrás de Sergio Romero y Mariano Andújar.
En los puestos defensivos, es casi segura la continuidad de Matías Caruzzo, mientras que hay dudas en cuanto a si seguirá Clemente Rodríguez, más luego del pechazo al árbitro Germán Delfino, que derivó en la eliminación de la Libertadores. El contrato del lateral vence el 30 de junio y él mismo había señalado que quería continuar en Boca, algo que también comparte Bianchi, aunque resta saber cómo reaccionará la dirigencia y el público Xeneize tras su expulsión ante Newell´s en Rosario.
En la zona del medio campo, otro de los que termina su contrato es Leandro Somoza, quien tras varios meses de bajas actuaciones levantó su nivel en el certamen continental y habría convencido al entrenador para seguir al menos un año más.
Adelante, es segura la continuidad de Blandi y del Burrito Martínez, mientras queLucas Viatri está en la duda de seguir como posible reempazo o tratar de reflotar las ofertas que tuvo tiempo atrás, mientras que Santiago Silva sería transferido.
En cuanto a los juveniles, tienen su continuidad asegurada Leandro Marín, Nahuel Zárate, Federico Bravo y Leandro Paredes, mientras que Lisandro Magallán, Fernando Evangelista, Guillermo Fernández y Nicolás Colazo podrían ser transferidos.
Entre los que no continuarán figuran Emiliano Albín, Cristian Cellay, Lautaro Acosta, Franco Sosa y el arquero Sebastián D´Angelo, a quien intentarán transferir. La mayoría no terminaron de rendir lo que se esperaba. Es por ello que como se les termina el préstamo, armarán las valijas.
Sin que todavía trasciendan los nombres, se sabe que Boca irá por un defensor central, dos mediocampistas por afuera y uno o dos delanteros, aunque eso dependerá de lo que hagan Viatri y Silva.
El modelo 2013 de Boca ya entró en el taller y Bianchi espera pulir la máquina para poder ser protagonista en todos los frentes en el segundo semestre del año.
Instituto volvió a los entrenamientos en el Predio La Agustina para pensando en el próximo encuentro. El domingo a las 16.30 hs. por la fecha 36 del Torneo Nacional B la Gloria enfrentará a Patronato en Paraná.
Para el próximo enfrentamiento Kudelka no podrá contar con la presencia de Maximiliano Barreiro ya que sufrió un desgarro en el muslo derecho en el partido ante Gimnasia de La Plata. Por lo tanto, en el práctica de hoy el DT probó con Chiarini; Damiani, Baez, Zbrun, Canever; Bellone, Bernardi; Aguirre; Burzio, Ponzio, Bazan. Los cambios planteados fueron el ingreso de Bazán por Floris, Aguirre por Vismara y Ponzio por Barreiro. Otra novedad en el entrenamiento de hoy, fue la presencia de “Wanchope” Ávila practicando junto con el plantel.
Restan solo tres fechas para finalizar el campeonato y la Gloria acumula 35 pts. de los 40 que se puso como objetivo para finalizar el Torneo. En el fixture de la Gloria se viene el partido en Paraná, luego con Rosario Central en Córdoba (equipo ya ascendido a primera) y el cierre de la Temporada 2012-2013 como visitante ante Independiente Rivadavia de Mendoza.
Diego Lagos, volante de Rosario Central, tuvo su primer contacto con la prensa tras el partido contra Aldosivi y la fiesta en torno a la vuelta a Primera División. El volante analizó y valoró profundamente el momento que le toca vivir, al que definió como algo que “no imaginaba”.
Venís de jugar 34 partidos esta temporada, has adquirido un buen ritmo de juego a lo largo de esta temporada ¿qué análisis haces?
Esta es una de las cosas que más rescato en mi carrera. En Lanús me tocó atravesar varias lesiones que me hicieron perder tiempo y lugar. Me fui a Instituto para buscar continuidad, para darle otro rumbo a mi carrera y salió todo mejor de lo esperado, ahora por suerte me estoy afianzando en Central.
¿Te imaginabas diciendo esto en el comienzo del torneo, cuando arrancaron con el pie cambiado?
No, cuando iniciaba el torneo decía que era una lástima que a un club tan lindo como este no lo acompañe lo deportivo, pensábamos lo lindo que sería disfrutar.
¿Qué pasa por la cabeza de un futbolista en un momento tan especial como en el que vivis, repleto de festejos como los que se dieron antes y después del partido?
Se toma bien, son situaciones que no se dan muy a menudo, los buenos momentos son efímeros en el fútbol, duran muy poquito y por eso, con el objetivo más importante conseguido, lo disfrutamos y vamos por un plus que es el título.
En tu caso que no naciste en el club, ¿de qué forma se interpreta todo lo vivido?
Sabía que Central tiene mucha gente, pero no imaginaba todo lo que fue el espectáculo de ayer, los festejos, el seguimiento de los hinchas hasta el Monumento desde el estadio…esto no lo había vivido nunca y no me lo imaginaba.
Este logro conseguido ¿es el más importante de tu carrera?
Si, tuve la suerte de conseguir el título con Lanús en 2007 pero no fui del todo parte. En esta oportunidad jugué casi todos los partidos y es una satisfacción muy grande para mí.
Fuente: http://www.rosariocentral.com
Huracán, que aguarda el final de la temporada y que llegue el entrenador Antonio Mohamed para hacerse cargo del equipo, visitará hoy a Ferro Carril Oeste, en el inicio de la 36ta. fecha del torneo de la Primera B Nacional.
El partido se desarrollará desde las 18 en el estadio de Ferro, ubicado en el barrio porteño de Caballito, con Pablo Díaz como árbitro y transmisión de la TV Pública.
Huracán suma 50 unidades, cambió dos veces de entrenador (Héctor Rivoira y Juan Manuel Llop) y nunca estuvo cerca de la punta. Al contrario, su promedio en algún tramo de la temporada legó a preocupar. Ahora se espera el regreso de Mohamed, quien abandonará el Tijuana de México para que en la temporada 2013/2014 el `Globo` pueda intentar el ascenso.
Ferro, por su parte, reúne 39 puntos en el certamen y de los ocho últimos cotejos sólo ganó uno y busca mejorar esta tarde la mala campaña y promedio flojo para la próxima temporada
Probables formaciones
Ferro: Jorge Carranza; Christian Chimino, Martínez Montagnoli, Pablo De Miranda y Luciano Insúa; Israel Coll, Franco Dolci, Julio Illanes y Marcos Acuña; Javier Correa y Juan Castro. DT: José Luis Brown.
Huracán: Daniel Islas; Federico Mancinelli, Alexis Ferrero, Rodrigo Erramuspe, y Guillermo Sotelo; Walter Busse, Lucas Villarruel, Hugo Barrientos y Matías Giménez; Cristian Espinoza y Jerónimo Barrales. DT: Gabriel Rinaldi.
Estadio: Ferro.
Arbitro: Pablo Díaz.
Hora de inicio: 18.00
Racing Club visitá a Quilmes en un partido rodeado de polémica, ya que una derrota del equipo de Avellaneda complicaría el panorama de Independiente, su rival de siempre, en la pugna por no perder la categoría. El encuentro se jugará en el estadio Centenario, de Quilmes, desde las 21, con el arbitraje de Saúl Laverni y transmisión de la Televisión Pública.
Si Racing le gana a Quilmes esta noche, Independiente, por más que pierda el sábado ante Estudiantes, superará al “Cervecero” en la tabla de promedios, con 1.144 de coeficiente contra 1.142. No obstante, Racing en esta temporada “ayudó” y mucho a Independiente por haberle ganado a San Martín (San Juan), Argentinos Juniors y San Lorenzo, que ahora ha mejorado, pero en el inicio de la temporada también sufrió con el promedio.
Los de Avellaneda, que solamente ganaron cinco partidos de 15, con un flojo 44 por ciento de eficacia, buscan ingresar en la Copa Sudamericana, hecho que concretaría en caso de vencer esta noche a Quilmes y de no ganar Colón y Godoy Cruz.
El “Cervecero” sólo venció una vez en sus últimas cinco presentaciones y cuando parecía que estaba a salvo con el promedio, se complicó de nuevo. Igualmente, con sumar tres o cuatro puntos de los 12 que restan se asegurará seguir en Primera.
El mal de Quilmes pasa por la gran cantidad de bajas que tiene. Sin ir más lejos, en la fecha pasada (derrota 2-1 ante Vélez) se le lesionaron Miguel Caneo (luxación en el codo derecho) e Ismael Quilez (distensión de ligamento de la rodilla izquierda).
Quien tampoco podrá jugar en el equipo que dirige Omar De Felippe es el suspendido Sebastián Romero (acumuló cinco tarjetas amarillas). Por lo tanto, Cristian Menéndez irá por Caneo, Jacobo Mansilla por Romero y Germán Mandarino por Quilez. En ese marco, además, de no recuperarse Fernando Elizari, quien sufre una contractura en el isquiotibial izquierdo, ingresaría Leandro Díaz.
Por el lado de Racing, la duda del DT Luis Zubeldía, que aún no tiene asegurada su continuidad en el cargo, es si jugará Mario Bolatti (recuperado de una contractura) o Diego Villar, mientras que Ricardo Centurión será titular en lugar de Javier Cámpora.
Según marca el historial, ambos equipos jugaron 52 veces, con 29 triunfos de Racing, 10 de Quilmes y 13 empates. De los últimos ocho cotejos, el equipo de Avellaneda ganó seis, se registró un empate y una vez triunfó el “Cervecero”.
Probables formaciones:
Racing Club: Sebastián Saja; Iván Pillud, Fernando Ortiz, Matías Cahais y Claudio Corvalán; Bruno Zuculini, Agustín Pelletieri, Diego Villar y Rodrigo De Paul; Luis Fariña y Ricardo Centurión. DT: Luis Zubeldía.
Quilmes: Emanuel Trípodi; Germán Mandarino, Cristian Lema, Ernesto Goñi y Pablo Lima; Pablo Garnier, Juan Manuel Cobo y Jacobo Mansilla; Fernando Elizari o Leandro Díaz; Cristian Menéndez y Martín Cauteruccio. DT: Omar De Felippe.
Estadio: Quilmes.
Arbitro: Saúl Laverni.
Hora de inicio: 21.
Televisa: TV Pública.Telam