Walter Erviti, que jugó la final del 2012 en el Pacaembú, sabe que Boca va a otra guerra futbolera en Brasil y no le tiene miedo a nada: «Va a ser duro pero vamos a dejar todo para pasar. Nos jugamos todo».
A Walter Erviti, como al Virrey, como a cualquier hincha de Boca, no le causa placer ver al equipo ahí abajo en la tabla en el torneo local: “Boca no merece estar donde estar pero es la realidad y hay que trabajar para sumar puntos en estos partidos finales. Somos conscientes de que Boca tiene que sumar más puntos para no sufrir en el futuro”. Pero la realidad es que hoy, como también a Bianchi y al hincha, lo ocupa otra cosa: la Copa Libertadores. El salvoconducto para alargar la vida en el semestre.
Boca ya prepara el viaje a Brasil para jugar la revancha de los octavos de final de la Copa, nada menos en ese Pacaembú hostil donde no fue bienvenido en la final del 2012, y Erviti sabe lo que les espera: “Vamos preparados para todo. La experiencia nos hace ver que su mediocampo es fuerte y que va a ser un partido muy duro. Pero nos jugamos todo y va a pasar el que menos errores cometa”, dijo en Fox Sports.
Con respecto a su tarea en la mitad de la cancha, y el ensamble de volante que piensa el DT para parar al Timao, explicó: “Tenemos que ganar la mitad de la cancha, y los volantes tendremos que acompañar a los de arriba”.