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La gente ya piensa en el Súper, pero Almeyda y sus muchachos no quieren marearse y sólo se enfocan en Quilmes, un rival directo en los promedios. River busca seguir de racha para esperar entonado a Boca.
Mejor no hablar de ciertas cosas, ¿o sí? En la intimidad del plantel de River todos saben que la inminencia del superclásico genera un clima especial, que encima se magnifica con las dos semanas de parate por las Eliminatorias. Los hinchas gritan contra Boca desde que arrancó el campeonato, y aunque no se diga cada uno siente que va a ser singular, ya que se tratará del clásico del regreso a Primera. Sin embargo, tanto los jugadores como el cuerpo técnico la tienen clara y saben manejar la situación. Ninguno quiere hablar de Boca y no se les escapa una frase, más allá de ser conscientes de que se viene un partido para la historia. Cada uno de los protagonistas focaliza su mente en el choque con Quilmes, ése que debe convertirse en el preámbulo perfecto para el reencuentro con el eterno archirrival.
El mensaje baja limpio. Almeyda ni piensa en Boca. Lo dice con su habitual sinceridad: sólo le preocupa si juega Cauteruccio y si va al banco Miguel Caneo. Es consciente de que los tres puntos en la cancha de Quilmes son fundamentales para seguir con la racha ganadora que ya tiene en la cuenta a Arsenal y a Godoy Cruz, y que además le permitiría llegar entonado al Súper. Y no sólo eso: si consiguiera un triunfo el domingo 28, le podría dar rienda suelta al sueño de pelear arriba.
Entonces, ante semejante tranquilidad que demuestra el Pelado, los jugadores lo interpretan a la perfección y ninguno se sale de esa mesura. Por eso, Barovero se cuida de sus anginas para llegar bien, los cuatro del fondo se concentran en mantener la solidez, Leo Ponzio hace lo imposible por sanar su tobillo para no dejar su efectiva sociedad con Cirigliano, y Sánchez, Aguirre, Mora y Luna se esfuerzan para repetir sus mejores versiones. El único que pone la mira en el Súper es David y se cuida la rodilla. Todos quieren saborear el encuentro con Boca. Pero antes, lo que importa es la Cerveza…